El 99% del calcio del organismo se encuentra, junto con el fósforo y magnesio, constituyendo la parte mineral de huesos y dientes. El resto es necesario para la coagulación sanguínea, la transmisión del impulso nervioso, el desarrollo y contracción muscular, la regulación del ritmo cardíaco, reacciones metabólicas y para la actividad de distintas hormonas y enzimas. Participa en la estructura de algunas proteínas y contribuye a mantener las encías saludables.
Los niveles de calcio en sangre están estrechamente regulados: si la ingesta de calcio es insuficiente, el hueso se destruye para liberarlo. Con la edad se produce, sobre todo en la mujer, una disminución de la masa ósea que puede llevar a la osteoporosis. La vitamina D favorece la absorción del calcio de los alimentos y su depósito en los huesos.
El magnesio es un importante mineral para el desarrollo de la musculatura y los nervios que la controlan. Asegura una adecuada contracción y relajación de los músculos y mejora la resistencia y fuerza muscular. Contribuye a la regulación del ritmo cardíaco, a disminuir la presión sanguínea, al buen estado del sistema inmune y ayuda a reducir el cansancio y la fatiga. Es necesario para una adecuada actividad de las vitaminas del grupo B, para el metabolismo de las grasas y la glucosa y para la síntesis de proteínas. El equilibrio del sistema nervioso también depende de unos niveles adecuados de magnesio y participa en la defensa antiestrés del organismo. Más de la mitad del magnesio del organismo se encuentra formando parte de la estructura ósea. Además, interviene en la correcta utilización de calcio en el organismo, ya que favorece su deposición en los huesos y su absorción, recomendándose mantener una proporción 2:1 en el aporte de calcio y magnesio.
Composición por cápsula:
- 166,6 mg de calcio (citrato de calcio).
- 83,3 mg de magnesio (citrato de magnesio).
- 1,66 mcg de vitamina D (ergo calciferol) (D2).
Modo de empleo:
Tomar 1 cápsula al día con una comida.
Presentación:
Bote de 90 cápsulas.
