Descripción
Se cálcula que 165 millones de personas en el mundo están afectados por el deterioro articular. Las articulaciones son las uniones que sujetan los 206 huesos de nuestro esqueleto. Cada articulación está formada por diversos componentes que trabajan en conjunto para facilitar un movimiento equilibrado y que no cause daño:
- Dos huesos confrontados.
- Cartílago que recubre los extremos de esos huesos sirviendo de protección y «amortiguación» para reducir la fricción que producen los movimientos. Forma una especie de red constituida por agua, colágeno, proteoglicanos (son los denominados glicosaminoglicanos o mucopolisacáridos como el condroitín sulfato, ácido hialurónico, etc.) y las células encargadas de la producción de todos los anteriores componentes (condrocitos).
- Una especie de cápsula o bolsa que, por su parte interior, contiene el líquido sinovial (ayuda a «lubricar» la articulación) y, por la externa está rodeada de tejido conjuntivo-ligamentoso (tendones, ligamentos y músculos) que contribuye a reforzar y estabilizar las articulaciones permitiendo los movimientos.
Articulaciones deterioradas.
La alteración en la articulación se produce por el deterioro de todos sus componentes: cartílago, huesos y tejidos ligamentosos.
Gracias a su composición y estructura, las articulaciones tienen un nivel tan escaso de fricción que, normalmente, no se desgastan. El problema aparece cuando, debido al paso de los años, al estrés o al uso excesivo, el cuerpo empieza a comportarse de manera distinta y tanto el cartílago como la producción de colágeno o de los proteoglicanos se alteran. Se produce entonces un desequilibrio entre el desgaste y la regeneración.
El cartílago se hace más rígido y menos resistente apareciendo grietas en su superficie. A medida que desaparece el cartílago, el hueso, por una parte se destruye y por otra reacciona y crece por los lados (osteofitos) produciendo la deformación de la articulación y causando dolor. El proceso degenerativo continúa provocando el deterioro del resto de la articulación (ligamentos, tendones y músculos) impidiendo que ésta pueda moverse con facilidad y provocando mayor dolor e inflamación.
Cuando el deterioro de las articulaciones ya está latente, la situación más lógica es intentar fortalecer y nutrir el cartílago, el tejido conectivo-ligamentoso y los huesos.
Diversos estudios han demostrado los efectos positivos que la suplementación de glucosamina junto con condroitina tiene sobre el cartílago articular. Otras sustancias que también colaboran en ello son, el colágeno y compuestos ricos de azufre como el MSM.
Para nutrir la zona ósea de la articulación, la vitamina C y minerales como el magnesio tienen una acción importante.
Pero, para conseguir un efecto completo, además de «nutrir», debemos tratar de controlar la inflamación y otras molestias articulares con sustancias como la Boswellia serrata.
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Contiene resina de boswellia serrata que favorece el confort articular.
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Contiene vitamina C que contribuye a la formación de colágeno para el normal funcionamiento de huesos y cartílagos.
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Contiene vitamina D que contribuye al funcionamiento normal de huesos y músculos.
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Contiene rizoma de cúrcuma, con efectos antiinflamatorios.
Composición por 4 cápsulas:
- 1.360 mg de sulfato de glucosamina.
- 320 mg de sulfato de condroitina.
- 300 mg de pura membrana de huevo.
- 148 mg de MSM (metilsulfonilmetano).
- 100 mg de colágeno marino hidrolizado.
- 100 mg de extracto seco de resina de boswellia serrata.
- 60 mg de vitamina C (ácido ascórbico).
- 48 mg de extracto seco de rizoma de cúrcuma.
- 8 mg de bioperine.
- 4 mg de hialuronato sódico.
- 1,1 mcg de vitamina D3.
- 12,12 mg de calcio.
- 1,95 mg de hierro.
- 0,495 mg de magnesio.
- 9,388 mg de fósforo.
- 72,15 mcg de vitamina A.
- 0,24 mg de vitamina B1.
- 0,316 mg de vitamina B2.
- 0,28 mcg de vitamina B12.
- 0,33 mg de vitamina B6.
- 18 mg de vitamina C.
- 1,686 mg de vitamina E.
Modo de empleo:
Tomar de 2 a 4 cápsulas al día con las comidas.
Presentación:
Envase de 100 cápsulas.
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